Instrucciones para la masturbación del hijo
Si lees estas líneas es porque hoy cumples trece años y porque yo estoy muerto. Las redacto antes de partir a la batalla, casi sin armas, para enfrentarme a un enemigo superior. Ahora eres un niño de once meses —llevo aquí tu foto— pero mi ahora es tu ayer y no nos sirve. Escribo a trompicones. Las balas pasan tan cerca que es probable que ya tengas trece años. Es buen momento, entonces, para que tengamos una charla de hombre a hombre. Me habría gustado hacerlo en persona, pero ya ves: las cosas nunca son como las deseamos. Seguir leyendo...
Así empieza un relato de Hernan Casciari, que saqué de su blog.
2 comentarios:
Ya está bien de clichés. Por qué tiene que ser siempre la de francés, no podía ser la sustituta de física y química, que también tienen su chispa? Además, la introducción a esa especie de apología de la masturbación masculina, del padre muerto en la guerra que no volverá a ver a su hijo, es un recurso de lo más cutre sensiblero.En fin, identificaciones aparte, para gustos...
Que tendrá la de francés, eh? jeje. El resto del relato es un poco mariconada, tienes razón.
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